Lamentablemente la Diabetes Mellitus tipo 2 no es curable, pero es posible controlarla con éxito y tener una buena calidad de vida si sigues el tratamiento que te indicó tu médico.
La diabetes es una enfermedad que se presenta cuando el nivel de glucosa en la sangre, también conocido como azúcar en la sangre, es demasiado alto. La glucosa en la sangre es la principal fuente de energía y proviene de los alimentos.
La insulina, una hormona que produce el páncreas, ayuda a que la glucosa de los alimentos ingrese en las células para usarse como energía.
Algunas veces, el cuerpo no produce suficiente o no produce nada de insulina o no la usa adecuadamente y la glucosa se queda en la sangre y no llega a las células.
¿Cuáles son sus síntomas?
Aumento de la sed
Aumento en las ganas de orinar
Aumento en el apetito
Fatiga
Pérdida de peso
¿Cómo la puedo prevenir?
No agregar azúcar extra a los alimentos y bebidas
Beber diario de 6 a 8 vasos de agua simple potable
Evitar el alcohol y alimentos muy azucarados
Reducir la compra de alimentos y bebidas endulzadas
Servir porciones pequeñas de alimentos azucarados
No utilizar los dulces o bocadillos como recompensas
Ofrecer frutas, en lugar de postres
Revisar las etiquetas nutricionales de los productos
Consumir la fruta entera, en lugar de jugos y néctares
Aunque puede parecer abrumador, es importante recordar que el conocimiento y la acción son herramientas poderosas en la lucha contra esta enfermedad. Con un diagnóstico temprano, tratamiento adecuado y un plan de cuidado personalizado, es posible llevar una vida plena y activa.
La educación continua y el apoyo emocional son clave para manejar los desafíos diarios que conlleva vivir con diabetes tipo 2. Al trabajar en colaboración con profesionales de la salud y adoptar hábitos saludables, podemos mantener la diabetes bajo control y minimizar sus complicaciones. Recuerda, no estás solo en este viaje. Juntos, podemos enfrentar la diabetes mellitus tipo 2 con determinación y esperanza.